Se sumará al lote de provincias con beneficios tributarios para las energías de fuentes limpias. Además busca colocar tres parques eólicos por u$s 405 millones.
El gobierno neuquino prepara un anabólico tributario para los proyectos eólicos en Neuquén. Ingresó a la Legislatura una iniciativa que exime de impuestos a los proyectos para energía renovable en la provincia. Según los técnicos de la Agencia de Inversiones de Neuquén (ADI-NQN) esto permitirá mejorar la competitividad de los desarrollos en suelo neuquino en un 5ó 6 por ciento.
El proyecto de ley tiene dos objetivos: adhiere a la ley nacional para energías renovables (N° 27191) y otorga la exención para los impuestos Inmobiliario, Sellos e Ingresos Brutos.
Los dos primeros tributos tendrán un período de gracia de 20 años, que se equipara al plazo de repago de los desarrollos; mientras que la quita de Ingresos Brutos se extenderá por cinco años, momento en el que dejará de regir en el marco de las actividades exentas por la adhesión a la Ley 27.429 de Consenso Fiscal.
José Brillo, titular de la ADI-NQN, explicó que este beneficio está vigente en 14 provincias. Neuquén será la 15 sí los legisladores le dan curso al proyecto presentado por el Ejecutivo provincial. La iniciativa tiene ocho artículos y uno de ellos invita a los municipios a adherir a la norma.
La suerte viene siendo esquiva para los calificados vientos neuquinos. La cartera oficial, junto a socios de trayectoria en el mercado renovable, no pudo colocar ningún proyecto en las pasadas tres rondas licitatorias (RenovAr) que convocó el gobierno nacional. Incluso, como publicó “Río Negro Energía” la semana pasada, el único parque eólico que logró adjudicar –un desarrollo privado de la firma china Envision Energy– se encuentra paralizado por distintos inconvenientes e incluso algunas fuentes consultadas deslizan la posibilidad de una venta del contrato a futuro.
Esta es la cara que busca revertir la nueva administración de la ADI-NQN. Ese organismo estatal cuenta con proyectos renovables por unos 1.600 millones de dólares, entre los que se anotan siete parque eólicos.
Las causas por las que Neuquén no pudo, en las pasadas rondas licitatorias, colocar proyectos fueron los altos precios por MW/h con los que concursó.
La explicación para ese fracaso repetido son varias. Por un lado se menciona que el mercado renovable eólico funcionará como una ola donde primero se concretarán los proyectos más cerca de los puertos, donde hay menores costos de transporte, y luego se irán iluminado –hacia el oeste– las siguientes zonas con buenas condiciones para los vientos.
La que menos gusta, puertas adentro, es aquella que menciona a la ADI-NQN como un lastre en los proyectos. Al igual que la petrolera provincial GyP, el organismo participa del proyecto como un socio no financiero pero que aporta estudios, accesos a las áreas, permisos y otros aspectos. Luego participa de las ganancias.
Y finalmente hay –y es un fantasma que cada vez se agita más– quienes apuntan que muchos proyectos que licitaron en las distintas rondas de RenovAr apostaron a precios bajos por la subestimación de costos. Se trata de una suerte de negocio inmobiliario, algo común para esta industria en el mundo, donde los desarrolladores consiguen hacerse de la adjudicación para luego vender el contrato o el proyecto.
A juzgar por los atrasos generalizados en la puesta en marcha de los proyectos, por lo menos aquellos con fuente eólica, las suspicacias alrededor del mercado de los contratos crecen. Este punto fue señalado por varios funcionarios de la ADI-NQN que ante la diferencia contundente de precios hacían sus reservas sobre la concreción de los desarrollos.
El precio de adjudicación nacional, que garantizaba contratos por 20 años en dólares, es la garantía de repago del proyecto. Una subestimación de costos puede llevar a la inviabilidad del parque o a la acumulación de atrasos, algo que está penalizado en los pliegos licitatorios.
Bajo este clima en la industria de las energías renovables, desde Neuquén apuntan a un cambio en la condiciones del mercado y a la posibilidad de “enganchar” proyectos con el mercado a término para Grandes Usuarios (GU).
Licitación de corto plazo
El gobierno neuquino apuesta este mes a subirse a los desarrollos renovables con tres parques eólicos. La propuesta es participar de las licitaciones para el mercado a término con GU. Según la legislación para las energías de fuentes limpias, los GU debían conseguir, a diciembre del año pasado, que un 8% de sus consumo lleguen desde fuentes renovables, algo que también viene con demoras.
Para agilizar este compromiso el gobierno nacional habilitó los contratos entre privados.
La ADI-NQN se presentará con dos socios, Central Puerto y EEDSA, con un cupo total de 250 MW. Se trata de los parques eólicos Picún Leufú, Vientos Neuquinos y Los Pocitos. La inversión total estimada para el desarrollo de estas tres apuestas es de 405 millones de dólares.
Son asociaciones que vencen en abril y que se armaron para participar de RenovAr 2.0, donde los proyectos quedaron fuera de alcance por los altos precios ofertados.
Estiman que a raíz de las complicaciones que se registran en la puesta en marcha de varios de los proyectos eólicos, los valores podrían resultar más caros que los últimos licitados. De ocurrir esto, la brecha se acortaría y sí el proyecto de exención impositiva prospera –algo que el oficialismo da por descartado–, la posibilidad de cerrar el primer parque eólico con participación provincial estaría a la vuelta de la esquina.
Las licitaciones para el mercado a término se llevarán a cabo el 31 de marzo y a fines de abril.
La provincia cuenta con dos socios de peso. Central Puerto pertenece a Nicolás Caputo amigo del presidente Mauricio Macri y es una de las principales compañías de generación eléctrica del país. EEDSA, que preside Oscar Balestro, participa en más de 700 MW de potencia instalada. Además en la provincia tiene múltiples proyectos, entre los cuales se destaca la planta de generación híbrida (eólica-diesel) en la localidad de Chorriaca, que ahora está fuera de servicio.
La ronda de licitaciones para energías renovables que lleva adelante el Ministerio de Energía de Nación, conocidas como RenovAr, tendrá su cuarta edición. La convocatoria 3, antes pasaron 1, 1.5 y 2, se realizará en el último trimestre del año e incluirá una novedad que hace crecer las expectativas neuquinas: proyectos de geotérmica.
Con este objetivo desde la ADI-NQN recuperaron el proyecto Copahue que tiene una larga historia de mediciones y análisis. El desarrollo, en una primera etapa, puede ofrecer 10 MW. La inversión inicial sería de u$s 46 millones y podrá abastecer a más de 26.000 hogares. En tanto en una segunda etapa podría sumar hasta 30 MW de potencia instalada por u$s 126 millones.
Además el organismo provincial avanza en las mediciones de Domuyo, al norte de Varvarco, donde el potencial estimado es de hasta 100 MW.
Hasta el momento el plan del gobierno nacional licitó tecnologías solar y eólica centralmente. También ofreció espacio para proyectos de pequeños aprovechamientos hídricos , biogás y biomasa. Sería la primera oportunidad en sumar la geotérmica, que es energía generada a partir del vapor.
Hasta el momento todas las rondas RenovAr llevan 147 proyectos adjudicados en 21 provincias por un total de 4.466,5 MW de potencia instalada. Se trata de 41 proyectos solares, 34 eólicos, 18 de biomasa, 14 pequeños aprovechamientos hidroeléctricos, 36 de biogás y 4 de biogás de relleno sanitario.
El portafolio de la ADI-NQN se compone de 13 proyectos renovables: siete parques eólicos, un desarrollo geotérmico, cuatro microcentrales hidroeléctricas y una granja solar. En total ofrece una potencia instalada 1.000 MW para la que se necesita una inversión total superior a los 1.600 millones de dólares.
No se descarta que existan novedades respecto de los bajos precios adjudicados en las anteriores rondas oficiales. El precio promedio ponderado, finalizadas las tres licitaciones, llegó hasta 51,48 dólares por MW/h. Esos valores podrían mantenerse y evitar el camino decreciente de las últimas convocatorias.
En números
405 millones de dólares es la inversión aproximada para los tres parques eólicos que busca colocar la ADI-NQN.
250 MW suman los parques Picún Leufú (100MW), Vientos Neuquinos (75MW) y Los Pocitos (75MW).
204 grandes usuarios de energía eléctrica están instalados en las provincias de Río Negro y Neuquén. El 8% de sus consumos debe ser renovable.
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