La mitad de las tomas de la ciudad tendrán pronto los servicios de luz, agua y gas, uno de los pasos principales para convertirse en nuevos barrios. En algunos sectores, las redes ya están terminadas, mientras que en el resto hay obras en ejecución o está el proyecto listo para que arranquen los trabajos. La mayoría son inversiones que maneja el Instituto Provincial de Vivienda y Urbanismo (IPVU), aunque hay un tercio donde los desembolsos son gestionados por el Municipio.
La regularización de las tomas es un proceso que inició hace dos años, con una ordenanza que sentó en una misma mesa a Provincia y Municipio para que cooperen entre sí y resuelvan este tema. En total, la ciudad tiene 47 asentamientos consolidados para incorporar a la trama urbana.
En el último informe que se conoció esta semana, los integrantes de esa comisión detallaron que hay 21 tomas con obras terminadas o en proceso, de modo que 5 mil familias tendrán pronto un acceso seguro a los servicios esenciales.
Marco Zapata, del IPVU, informó que ellos están trabajando con 15 asentamientos, de los cuales Los Polvorines es uno de los más avanzados. En la toma del barrio La Sirena ya tienen luz y agua, mientras que la red de gas está en un 90% de ejecución, detalló.
Otros sectores con los servicios avanzados son el loteo social de San Lorenzo Sur y la toma CALF, de Bouquet Roldán. En el oeste, agregó, están encaminadas las tomas 2 y 7 de Mayo, Nueva Jerusalén y Peumayén. En muchos casos, la red de agua está lista y se está ejecutando la de gas o luz.
Otro foco de trabajo es Cuenca 16, al oeste del plan de viviendas, donde están los asentamientos Sectores 5-10-11 y Sector 4. El funcionario indicó que en una parte empezaron con la red de gas y están avanzando con la electricidad.
En Almafuerte 2, la toma Las Florcitas tiene las obras de agua y luz finalizadas, aunque Las Flores, ubicada al lado, “es el sector más atrasado”, confió. Ese asentamiento está pegado a la planta cloacal Hibepa.
Otras tomas con financiamiento y proyectos encaminados son Itatí, La Roca y La Canchita. En La Familia, aclaró, aún no llegan los fondos para las obras y en Ruca Antú están con el estudio ambiental.
Lilian Zambrano, del Municipio, detalló que los asentamientos que ellos administran con más avances son Toma Norte y Rincón del Valle, donde hay sectores que ya tienen los servicios. Dijo que están haciendo las redes en Monte Sinaí, Toma Juvenil, Huertas Comunitarias y Pacífica, mientras que este año planean extender los trabajos a Confluencia (sectores Paimún, Tres Arroyos y La Amistad), Islas Malvinas (algunos sectores) y Valentina Sur.
En el listado de regularizaciones quedan otras 26 tomas pendientes, como Auka Mawida, Aeropuerto y La Laguna. Son 4 mil familias más que esperan nuevos fondos para acceder al título de sus casas y a una mejor calidad de vida.
Viviendas: Los planes cubren 10% de la demanda
Durante años, Neuquén creció al ritmo de las tomas, alentadas por el aumento constante de la población y por la fuerte demanda habitacional que no se alcanza a cubrir con los planes de viviendas sociales. Hoy, el gobierno provincial reconoce un déficit de 40 mil casas en toda la provincia, más de la mitad en la capital, y hay apenas 4 mil inmuebles en ejecución o proyectados.
Para ordenar el acceso a la vivienda, desde hace años existe el Ruprovi, un registro único que se ideó como una lista de espera que calmara la ansiedad de los que no tienen techo. Sin embargo, no se conoce públicamente el lugar de cada aspirante en la nómina y muchas casas con fondos públicos se adjudican a través de cooperativas o mutuales, sin respetar necesariamente ese listado. En el último año, el IPVU entregó 1305 viviendas en toda la provincia y tiene otras 1185 en ejecución.
Desde 2014 hay tres asentamientos no consolidados
Desde que se sancionó la ordenanza para regularizar todas las tomas en 2014, se formaron tres asentamientos en la ciudad, que no están incorporados al listado de trabajo. Dos surgieron en 2015, antes de las elecciones provinciales y nacionales, y el último se constituyó hace apenas unos días. Estas tomas no están en proceso de regularización porque la mesa que se conformó tiene como objetivo incorporar a la trama urbana los sectores que estén consolidados.
El primero
De los asentamientos recientes, el más antiguo es del 4 de febrero de 2015, cuando 60 familias ocuparon un terreno en Avenida del Trabajador y Cayastá. Unos días después, otras 40 se asentaron en Novella y Néstor Barros, en un predio cedido a una fundación en febrero de 2015. En un primer momento se habló de desalojo, pero ambas tomas siguen en pie.
En agosto del año pasado, otras 80 familias intentaron tomar un terreno en Colonia Nueva Esperanza, al este del basurero municipal. Esa ocupación se desactivó y, hace un mes, algunas de esas familias buscaron asentarse en el Cañadón de las Cabras.
Tras un polémico desalojo, quedó un grupo de 30 personas que hace unos días se instaló en Parque Industrial en un lote reservado para hacer un patinódromo. En ese sentido, el fiscal Omar Silva intimó a aquellos que protagonizan la toma en las próximas 12 horas.
La notificación les fue entregada poco después del mediodía al grupo que desde el sábado realiza la toma de tierras a la vera de la calle Conquistadores del Desierto.
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