El Indec publicará esta semana el informe del EMAE de marzo, que mostrará una fuerte caída de la actividad económica, incluso en la comparación con febrero. Para abril las expectativas tampoco son buenas: Cammesa publicó los números de la demanda eléctrica de las industrias y comercios, que en total mostraron una contracción de 8% interanual. El agro es la única esperanza oficial para que la estadística no muestre un nuevo desplome en abril.
La demanda eléctrica de los grandes usuarios que van por afuera de las distribuidoras cayó 9% en abril, tal como mostró Cammesa. Eso representa alrededor del 20% del total de la demanda eléctrica del Mercado Eléctrico Mayorista (MEM). Si se suma a los comerciales e industriales que van por dentro de las distribuidoras, los números son parecidos. En el total de locales y fábricas la caída fue de 8% interanual. Para los pequeños y medianos fue peor: demandaron 9,4% menos que en abril del año pasado. Para los más grandes la contracción fue de 6,7%.
Los números crudos muestran que la demanda del total de las grandes industrias y comercios (sumando a los grandes usuarios por dentro y por fuera de las distribuidoras) cayó a 3.060.509 MWh en abril del 2019. Había sido de 3.277.777 Mwh en el mismo mes del año pasado. Las de pequeños y medianos se contrajo a 2.837.204 Mwh, desde los 3.131.427 Mwh de abril del 2018.
El indicador, que publica todos los meses Cammesa, es un excelente predictor de la actividad industrial de abril, que el Indec publicará recién dentro de dos semanas. A diferencia del dato de la demanda eléctrica residencial, que puede presentar algunos ruidos por las diferencias climáticas entre un año y otro, sus variaciones dejan entrever el nivel de declive productivo de un sector que viene cayendo con fuerza por la contracción del empleo y del poder adquisitivo.
En abril, según el Instituto Estadístico de los Trabajadores (IET) el salario real cayó 11,4% interanual y 17% contra noviembre del 2015. A eso se le suma el peso de la súper tasa de interés y del brutal ajuste sobre la obra pública. Todo impacta sobre la demanda. El último dato publicado por la UIA, respecto a marzo, mostró brutas contracciones de 13,6% interanual y de 6,3% mensual desestacionalizada para el sector manufacturero.
Con todo, esos números, que muestran la continuidad del desplome industrial, a la vez dejan entrever una desaceleración en el nivel de deterioro. Eso contra un marzo que dejó números pésimos para todos los sectores y especialmente para el fabril. Todo eso se reflejará en el EMAE que va a publicar el Indec esta semana. Para el ICAE de la UTDT, que busca predecir en forma matemática las variaciones productivas, en marzo la actividad económica cayó 1,36% respecto a febrero. Para el nowcast del Grupo SBS esa merma puede superar el 2%.
Según Cammesa, en marzo la caída interanual de la demanda eléctrica de industrias y comercios fue de 9,5%. Es decir que abril desacelera. Pero si el total de la actividad fue peor o mejor que el pésimo marzo todavía es una incógnita. Para el ICAE de la UTDT en abril hubo, además de contracción interanual de 4,59%, una caída de 0,27% intermensual. Es decir que con el primer cuatrimestre cumplido, el desplome del PBI aun no encontró piso. El ICAE surge de la compilación de los primeros datos publicados respecto a abril. Permite adelantar la variación pero no es definitivo. Hasta acá los números publicados fueron los de la automotriz, algunos indicadores financieros, los de la construcción y la recaudación tributaria.
Para el Grupo SBS abril registró un negativo 0,4% desestacionalizado contra marzo. En ambos casos quedan por fuera las mediciones de la actividad del agro, que dará un aporte clave. Pero el partido está abierto.
El Gobierno celebró hasta febrero porque el derrumbe productivo había dado señales de tocar piso a partir de noviembre. Pero la continuidad muestra nuevas caídas y no está claro que haya abandonado el sendero negativo. La inestabilidad cambiaria deja abierto el interrogante hacia el futuro.
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