No fue el vendaval que se había anunciado. Fue un viento fuerte, de esos típicamente patagónicos, que se sintió más en el interior de la provincia que en el Alto Valle, la zona donde se esperaba que hiciera más estragos.
Los fantasmas del último temporal sobrevolaron la región durante los días previos al anunciado fenómeno meteorológico. Se esperaban ráfagas de más de 100 kilómetros por hora, por lo que las autoridades provinciales y municipales montaron todo un operativo de prevención para minimizar cualquier inconveniente.
Por fortuna, las asistencias que se hicieron fueron menores y los daños, casi insignificantes si se los compara con los que generó el viento del 23 de agosto pasado en todo el departamento Confluencia.
La Municipalidad de Neuquén afectó sus áreas al operativo de contingencia y concurrió a los lugares donde las ráfagas golpearon con fuerza y provocaron la caída de árboles, cortes de cables de baja tensión y situaciones de riesgo en por lo menos una docena de postes de electricidad, telefonía y televisión por cable.
Desde Defensa Civil se informó que como consecuencia del viento cayeron dos álamos en el barrio Confluencia y hubo que retirar otro que estaba a punto de desplomarse sobre calle Aramendi al 355.
Paul Ricard, titular de esa dependencia, indicó que además cayeron árboles en Toma Norte y que hubo que extraer uno de grandes proporciones en calle Corrientes 2131 porque “estaba inestable y se movía de un lado a otro con el viento, y por la misma situación un paraíso de vereda en el barrio Santa Genoveva”.
Además, cayeron gajos grandes de un sauce sobre la vía pública en Carlos H. Rodríguez 868, dos ramas sobre cables del tendido eléctrico en Luis Beltrán al 2000 del barrio La Sirena y también en Luis Beltrán y Chaneton.
También hubo inconvenientes por el corte de un cable de baja tensión a la altura de la cabecera de la línea 7B del transporte público de pasajeros, detrás de la cancha de Maronese, para lo cual se dio inmediata intervención a CALF.
“La ráfaga de viento más fuerte se produjo a las 12:50, tuvo una intensidad de 100 kilómetros”, precisó para señalar que la intensidad de los golpes de viento “fue tan fuerte que quebró el semáforo ubicado en Avenida Olascoaga y Planas”.
Debido al pronóstico, se mantuvieron las escuelas cerradas en el turno tarde y también todas las dependencias de la Universidad Nacional del Comahue. Hoy en la mañana las clases en ciudad se dictarán clases con normalidad, mientras para la tarde se decidirá en la mañana en función del avance del tiempo.
El aeropuerto de Neuquén se mantuvo operable. No obstante, algunas empresas de colectivos de larga distancia suspendieron sus viajes al interior debido a la alerta en la zona cordillerana.
El pronóstico de la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas (AIC) indica que para hoy, en horas de la mañana, se espera mucho viento (ráfagas de hasta 110 kilómetros por hora) y que esta característica se mantendrá durante toda la jornada, pero en disminución y tiempo inestable con temperaturas bajas (máxima de 11 °C).
Para mañana, la clima mejoraría notablemente, con cielo parcialmente nublado y una máxima de 17 °C.
En la ciudad: Hay clases en el turno mañana
El gobierno provincial informó que en la ciudad se dictarán clases normalmente a la mañana. Para el turno tarde, las autoridades evaluarán la evolución de las condiciones en base a los informes meteorológicos en las primeras horas del día. La misma decisión se tomó para las escuelas de las ciudades de Zapala, San Martín de los Andes, Aluminé, Plottier, Junín de los Andes, Rincón de los Sauces y Picún Leufú. Mientras tanto, en Cutral Co, Centenario, Loncopué y Chos Malal las clases fueron suspendidas en todos los turnos y niveles de la educación que dependen del CPE. En estas últimas ciudades se esperan ráfagas fuertes todo el día.
Un clásico que no podía faltar en un día de viento fuerte es el incendio de pastizales, principal preocupación de los bomberos de toda la región.
Esta vez el siniestro ocurrió en Plottier, en cercanías a la Ruta 22, en un predio de Vialidad, aunque el origen de las llamas no estuvo en la negligencia, sino en un accidente.
Según informaron desde el cuartel de Bomberos de esa ciudad, el fuego se inició luego de la caída de una línea de energía que causó un cortocircuito. La sequedad del suelo y el viento colaboraron para que los pastos se encendieran rápidamente.
Dos dotaciones con 12 hombres trabajaron en la zona hasta que finalmente lograron contener las llamas. Los camiones cisterna cargaron agua del río Limay, lo que posibilitó que el trabajo fuera más efectivo.
En Neuquén tres dotaciones de Bomberos también trabajaron en el sector 127 Hectáreas donde ayer se desató un incendio que avanzaba rápidamente por el viento.
El siniestro afectó poco más de dos hectáreas de chacras y se encontraba a una distancia de 800 metros de la zona poblada. Según indicaron el fuego habría comenzado en la calle Bejarano al fondo y no descartaron que haya sido intencional.
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