TOMAS: PEQUEÑOS PUEBLOS DENTRO DE UNA GRAN CIUDAD

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La mitad de la tierra ocupada es del Municipio y la otra, de la Provincia. Un total de 382 hectáreas. La cantidad de tierra equivalente a una ciudad mediana o a varios pequeños pueblos. Esa es la superficie de terrenos públicos que en los últimos años fue usurpada en la ciudad de Neuquén y que las autoridades intentan ahora regularizar, es decir, llevarle servicios, entregar las escrituras y dotar de toda la infraestructura necesaria que tiene que tener un barrio para que sus habitantes vivan en condiciones dignas.

Las 382 hectáreas que fueron usurpadas están divididas en partes casi iguales en cuanto a los propietarios: 190 son terrenos municipales y 192, provinciales, diseminados en distintos lugares del ejido urbanizado que tiene la ciudad de Neuquén.

La llegada masiva de personas oriundas de otras provincias y países y el crecimiento desordenado que tuvo la ciudad a partir de la década del 70, con las primeras corrientes migratorias, generaron este fenómeno tan particular como conflictivo: el de las tomas de terrenos. La desaceleración de las políticas públicas para construir viviendas terminó de completar un cuadro complejo que ahora tanto la Provincia como el Municipio capitalino quieren solucionar de una vez por todas.

Tomar una porción de tierra no es otra cosa que apropiarse de un espacio ante la desesperación que genera quedar excluido del sistema formal de compra o alquileres en la ciudad de Neuquén. Y esa ocupación siempre se hace de manera precaria, sin servicios esenciales y sin un ordenamiento necesario para que el lugar en cuestión esté medianamente organizado. De la misma manera, la calidad de la construcción de las viviendas también es precaria y recién con el paso de los años algunos vecinos lograron levantar, a fuerza de sacrificio, un espacio habitable para sus familias.

Tan costoso es el trámite de regularización que para las autoridades es prácticamente imposible llevarlo a cabo. Por eso es necesaria la colaboración del gobierno nacional con fondos para encaminar esta situación por etapas hasta lograr completar todo el cronograma de barrios que es extenso y disperso en toda la geografía.

Es a través del Promeba (Progama de Mejoramiento Barrial) que se logran esos recursos tan necesarios. Pero para tenerlos a mano, primero hay que presentar todo el estudio correspondiente para determinar la cantidad de barrios, viviendas y familias que se encuentran en situación de vulnerabilidad.

Tanto la Municipalidad de Neuquén como el gobierno provincial ya iniciaron los trámites para regularizar esos asentamientos, aunque de manera conjunta también vienen trabajando para ponerle fin al problema de las tomas.

Este año, la Municipalidad de Neuquén presentó un plan para mejorar ocho sectores en los que habitan 3.603 familias (un promedio de 18.000 personas) y prepara proyectos para seguir con otros ocho sectores que albergan a 752 familias más (unas 3.700 personas).

“La gente está contenta. Hay reuniones permanentes con las organizaciones de cada barrio y luego se hace el relevamiento correspondiente. Nos fue muy bien”, aseguró la subsecretaria de Tierras Fiscales de la Municipalidad de Neuquén, Lilian Zambrano.

La funcionaria explicó que el plan consiste en tres etapas: llevar los servicios o completar los que falten (hay algunos que están, pero de manera clandestina, como el de luz), realizar una estrategia ambiental para cada barrio y finalmente lograr la regularización dominial.

El proyecto, tanto de la Provincia como el del Municipio, parece ambicioso, pero el hecho de contar con los recursos abre una puerta de esperanza para los próximos años.

www.lmneuquen.com.ar