CONSEJOS PARA CONTROLAR LA PRESIÓN ARTERIAL.

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Desde el Servicio Asistencial Calf (SAC) preocupados por la salud de nuestros asociados compartimos algunas sugerencias para el cuidado de una persona con hipertensión arterial.

Nuestras sugerencias

Podemos resumir en 10 pasos los cuidados imprescindibles de una persona con hipertensión arterial:

1. Monitorear su presión regularmente, sin obsesionarse, procurando que esta revisión sea siempre a la misma hora y en condiciones semejantes. Es muy útil aprender a medir la tensión o contar con alguien que ayude a utilizar alguno de estos instrumentos:

  • Esfigmomanómetro, que se coloca en el brazo y en apariencia es similar a un reloj.
  • Baumanómetro, también conocido como barra de mercurio, el cual requiere el uso de estetoscopio.
  • Medidores de presión digitales, que son nuevos en el mercado, pero no siempre precisos.
  • Cuando se toma la presión arterial se registran dos valores: uno elevado, generado cuando el corazón se contrae (sístole), y otro más bajo, que corresponde a la relajación entre un latido y otro (diástole); los registros ideales en una persona adulta son 120/80, respectivamente. Se comienza a considerar hipertensión cuando, al estar relajado, se registra un valor de 140/90.

2. Practicar una rutina de ejercicio adecuada a la edad, ya que esta actividad favorece la buena circulación sanguínea, ayuda a lograr oxigenación adecuada y eliminación de grasas, además de que fortalece al corazón.

3. Eliminar hábitos dañinos asociados con el padecimiento, como consumo de alcohol y tabaco, pues son estimulantes que aceleran el ritmo cardiaco y favorecen la hipertensión.

4. Disminuir el consumo de sal cuando el médico lo aconseje; esto se debe a que grandes dosis de sodio ocasionan retención de agua, por lo que aumenta el volumen de sangre y la fuerza con que el corazón debe bombearla, ocasionando presión arterial alta.

5. Modificar hábitos alimenticios: se incrementará el consumo de legumbres (ricas en potasio, calcio y magnesio, que son minerales que facilitan la eliminación de sodio) y alimentos ricos en fibra, como frutas con cáscara (favorecen la eliminación de colesterol antes de entrar al torrente sanguíneo), en tanto que se reducirá el consumo de carnes rojas, ricas en grasas saturadas, y se sustituirá por carnes blancas, sobre todo pescado; también se erradicarán alimentos ricos en colesterol, como vísceras y huevo. Es muy recomendable seguir una dieta como la mediterránea, que tiene como base el aceite de oliva, cereales integrales, verduras y otros productos que protegen al corazón.

6. Perder peso, pues incluso las reducciones modestas son benéficas para disminuir los niveles de colesterol y sentirse mejor en términos generales. Se evitará alimentación copiosa y se limitará el aporte de hidratos de carbono (postres, pastas, pan) y grasa.

7. Regular tensión y estrés, ya que ambos son causas de hipertensión; se debe procurar una vida tranquila para controlarse mejor y, de ser necesario, se recurrirá a estrategias o rutinas de relajación: acostado o sentado, se respirará profundamente 3 ó 5 veces, y se relajarán en forma paulatina piernas, tronco, brazos, cabeza y cuello, pensando en un color que ayude a tranquilizarse (casi siempre verde o azul).

8. Tomar puntualmente las medicinas que el médico recete, siguiendo estrictamente los horarios y dosis indicadas; nunca se abandonará el tratamiento (aunque los valores al tomar la presión hayan vuelto a la normalidad), salvo orden del especialista. Los fármacos prescritos disminuyen la presión a través de diferentes mecanismos:

  • Eliminación de agua y sal excesiva a través de la orina (diuréticos tiacídicos).
  • Inhibición del mecanismo que desencadena el estrés (bloqueadores adrenérgicos).
  • Dilatación de arterias, a fin de aumentar el espacio por el que circula la sangre (inhibidores de enzima conversora de angiotensina, antagonistas de calcio y vasodilatadores directos).

9. Determinar con exactitud los niveles reales de colesterol en sangre, a través de exámenes de laboratorio interpretados por el médico. El exceso de grasa disminuye la capacidad de elasticidad de los vasos y propicia mayor fuerza de contracción del corazón.

10. Acudir periódicamente al médico familiar para que éste siga la evolución del padecimiento, a la vez que aclarará dudas y proporcionará nueva información de interés. Durante la visita, el paciente informará sobre cualquier circunstancia extraña que pudiera aparecer a lo largo del tratamiento.

Como puede observarse, se trata de medidas sencillas que, de realizarse de manera sostenida, lograrán cumplir satisfactoriamente con su objetivo en poco tiempo, y permitirán llevar a cabo una vida normal. Las personas con hipertensión, salvo algunas excepciones, no tienen que restringir sus actividades si llevan un buen control.

 

«DESDE EL SAC, SIEMPRE OCUPÁNDONOS DE LA SALUD DE NUESTROS SOCIOS»