En Alemania circularán en 2022 un millón de autos eléctricos. Esa es la meta conjunta que se han fijado gobierno e industria. Ya en 2020 habrá disponibles en el mercado cerca de cien modelos eléctricos provenientes de las automotrices alemanas.
La conversión de los autos con motor de combustión interna a motores eléctricos conlleva cambios muy fuertes en el mercado laboral vinculado con su producción.
Decenas de miles de puestos de trabajo pueden desaparecer en la poderosa industria automotriz alemana, dado que la producción de autos eléctricos requiere de mano de obra menos intensiva. Pero a la vez está previsto que los fabricantes y sus proveedores inviertan hasta 2020 unos 40.000 millones de euros en el desarrollo de motorizaciones alternativas. “Esto abre perspectivas laborales interesantes”, dijo Paul Ebsen, portavoz de la Agencia Federal de Trabajo alemana.
Ordenadores de a bordo, asistentes de manejo innovadores o cálculos de autonomía confiables indican que el desarrollo de los automóviles eléctricos remite a muchos campos laborales. Se necesitarán especialistas en informática, pero también juristas que se ocupen de garantías, patentes y licencias. O diseñadores industriales, que desarrollen el interior de los nuevos vehículos eléctricos. También economistas, ingenieros y electrotécnicos, así como especialistas en marketing y ventas de nuevos productos.
También hay buenas perspectivas laborales para los químicos ya que se trabaja intensamente en el desarrollo de la tecnología de iones de litio para las baterías. Se investiga en nuevas tecnologías de recarga y en nuevos modelos de batería que otorguen una mayor autonomía a los autos eléctricos.
Pero no se trata sólo de los perfiles profesionales, sino de una demanda de formación permanente para mantenerse al ritmo de los cambios. En las universidades alemanas ya había hace dos años 16 carreras directamente vinculadas con la movilidad eléctrica.
Una de las habilidades requeridas en la nueva industria es la capacidad de comunicarse en equipos interdisciplinarios y en proyectos internacionales, lo que genera una dinámica de aprendizaje constante.
Miles de puestos de trabajo pueden desaparecer, pero se abren perspectivas en otros sectores ligados a la industria automotriz eléctrica.
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