Durante el primer bimestre de 2017 los fondos que destinó el Estado nacional para subsidiar la energía en el país aumentaron nominalmente un 6%. Los desembolsos pasaron de $5.961 a $6.316 millones en la comparación anual. Sin embargo en términos reales –donde se descuenta la inflación del período, calculada en un 35%– significó una reducción del 20,7%.

Según el Informe de Tendencias del Sector Energético del Instituto Argentino de la Energía “General Mosconi”, si se toma en cuenta el crecimiento del déficit acumulado en el resultado primario y el resultado financiero (60%), el aumento de los subsidios “no es significativo”.

Las erogaciones en este rubro fueron encabezadas por los desembolsos para el Plan Gas que se llevaron $5.570 millones. La transferencia para ese programa –que garantiza a las petroleras un precio diferencial para la nueva producción de gas– estuvo por encima de la media bimestral de los últimos dos años, en términos reales ($5.188 millones).

Los subsidios a Cammesa, la mayorista del mercado eléctrico, tuvieron una ejecución nula.

Millones se destinaron en el período enero-febrero del 2017. Si bien nominalmente fue un 6% más, en términos reales tuvo una caída del 20,7%.

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