Una pérdida casi imperceptible en una tubería, materiales obsoletos, sistemas de iluminación antiguos, grandes espacios desaprovechados y depósitos refrigerados mal compartimentados son algunos de los defectos en los que las compañías difícilmente reparaban hasta hace un par de años, cuando las tarifas de energía industriales no habían sido actualizadas. Sin embargo, los incrementos en las facturas obligaron a que las empresas se decidieran a encarar y desarrollar innovaciones en sus procesos para conseguir ahorros significativos en sus costos anuales.
Importantes cadenas de supermercados y las automotrices son algunos de los sectores que tuvieron que adaptarse rápidamente a descubrir los beneficios de contar con un especialista -ya sea en su planta interna o como consultor- para enfrentar los desafíos. Y si bien es un tema que deben encarar todos los sectores, más allá del tamaño, capacidad productiva o cantidad de empleados, las grandes compañías comenzaron marcando el camino.
“Es curioso, para quienes venimos de culturas en las que el concepto de eficiencia energética está muy arraigado, tanto a nivel industrial como doméstico, que en la Argentina haya quedado tan atrasada en la capacitación de especialistas que puedan atender a todos los sectores, e incluso con una visión completa de cada compañía”, apuntó Benjamín Crevant, presidente de GB4A, una consultora especializada en la consultoría en eficiencia energética que tiene a Carrefour, Volkswagen y John Deere entre sus clientes.
Crevant, un ingeniero francés, estaba trabajando como asesor de compañías constructoras en Uruguay en el momento en el que comenzaron a descongelarse las tarifas energéticas en la Argentina y cruzó el Río de la Plata para ofrecer su expertise a empresas locales. En poco más de dos años encaró más de 200 proyectos, varios de ellos todavía en marcha, lo que genera ahorros de hasta 45 millones de pesos mensuales a sus clientes.
«Eliminando consumos innecesarios y definiendo inversiones que se repagan solas en menos de tres años, según el volumen, los ahorros pueden triplicarse tranquilamente. Una vez identificado el comportamiento del instrumental de las compañías, se puede alcanzar un ahorro del 10 al 15 por ciento, sin siquiera hacer una inversión adicional”, asegura el experto.
Desde la empresa Gas Natural Fenosa se les ofrece a 500 clientes industriales, que son los que consumen más de 300 mil metros cúbicos anuales, un servicio de revisión de toda la estructura de gas de sus compañías para que puedan disminuir sus consumos. Según señala Juan Pablo Capellino, gerente de Soluciones Energéticas de Natural Energy, empresa de Gas Natural Fenosa, ese proceso “permite ahorrar hasta un 15 por ciento para industrias que pagan un millón de pesos mensuales por el consumo de gas”.
Según Crevant, la mayoría de las empresas nacionales o filiales de compañías extranjeras no cuentan en sus equipos con especialistas y por eso recomienda la modernización del management energético, auditorías, capacitaciones e instalación de nuevas tecnologías, como soluciones que mejoran la rentabilidad financiera.
Sencillas modificaciones en los sistemas de iluminación o de refrigeración, pequeños cambios en las estructuras para evitar el derroche de energía en sectores ociosos o vacíos y una planificación inteligente son algunos de los pasos esenciales para resistir la llegada de facturas que no paran de crecer.
«Hoy, el objetivo es mejorar los proyectos, tanto para las empresas como para el medioambiente. El cliente nos terceriza el management energético y, a partir de ahí, reducimos su consumo energético y mejoramos sensiblemente sus costos», sostiene el titular de GB4A.
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