Se abrieron cuatro turbinas de la central para recibir más agua del deshielo de los lagos y ríos de la cordillera.
En una semana el nivel del embalse de Alicurá bajó casi dos metros, que es el equivalente a miles de millones de litros. Con la apertura de las cuatro turbinas de la central, se logró el objetivo de hacer lugar en el lago para absorber el impacto del deshielo que se viene en lagos, ríos y arroyos, que ya están con caudales altos.
La maniobra significó un crecimiento notable de la generación para Hidroeléctrica Alicurá, la empresa que tiene la concesión de la central y que está en manos de la estadounidense AES.
«Río Negro» adelantó la semana pasada que la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas, que controla el manejo del agua en el Limay, se preparaba para un deshielo importante luego de un invierno con acumulación de nieve tardía (esta semana hubo más precipitaciones) y lluvias que hicieron crecer de manera notable el nivel del lago Nahuel Huapi, y los caudales de los ríos y arroyos de su cuenca.
Así fue como desde el jueves pasado hasta ayer, el embalse de Alicurá había perdido unos 120 hectómetros cúbicos de agua. El volumen es de tal magnitud que, expresado en litros, tiene 10 ceros.
En el registro exacto de la AIC, el 10 de septiembre a las 6 de la mañana, el lago llegaba a la cota 704,23 metros sobre el nivel del mar, pocos centímetros menos de su máximo extraordinario, que es de 705.
Ayer a la misma hora, el embalse estaba en la cota 702,45 metros sobre el nivel del mar, 1,81 menos que una semana antes.
Semejante baja del nivel del lago, produjo una retracción de la ribera en la zona de Confluencia Traful que llama la atención, especialmente porque después de 2011 en las orillas se formaron playas de ceniza del cordón Caulle-volcán Copahue.
La nieve que se vaya fusionando en la alta montaña en los próximos meses (la Autoridad de Cuencas no espera una primavera especialmente cálida) irá hacia los embalses de Alicurá y de Piedra del Águila.
Fuente: www.rionegro.com.ar