Invertir en sistemas de aislación térmica en la construcción permite ahorrar hasta un 70% en las facturas de luz y gas gracias a la generación de edificios más confortables, que no son tan afectados por el frío y el calor. Si bien en Neuquén hay poca conciencia sobre sus ventajas, la industria de la construcción ofrece cada vez más materiales para realizar aislaciones eficientes.
Aunque hay quienes optan por ahorrar energía al apagar algunos artefactos, como el televisor, lo cierto es que la climatización de los hogares es la responsable de al menos la mitad del consumo de gas y electricidad. Según un estudio de la Asociación Nacional de Industrias de Materiales Aislantes (Andima), los electrodomésticos consumen un 25% del total de electricidad, mientras que climatizar los ambientes requiere el 50%.
En ese sentido, contar con buenos materiales de aislación térmica permite reducir el consumo de los artefactos de climatización, ya que impiden la pérdida de calor en invierno y la ganancia de temperatura en verano.
Poca información
Sin embargo, desde los corralones y casas especializadas en Neuquén aseguraron que no ha crecido la demanda de estos productos y que, por lo general, es muy escasa la información con la que cuentan los profesionales y propietarios a la hora de instalar este tipo de productos.
“Las tarifas siguen siendo baratas y no terminan de generar conciencia sobre la importancia de la aislación”, explicó Sergio Escantamburlo, de Humedan, una casa especialista en este sistema. Para él, hay muchos que siguen optando por construir con aires acondicionados en lugar de invertir en una edificación que generará ahorros a largo plazo.
Para Daniel Simonetta, a cargo de S&S Servicios, los propietarios de viviendas han tomado conciencia con el tiempo de invertir en poliuretano, un producto al que antes sólo recurrían las grandes empresas y galpones.
Materiales
Desde el Colegio de Arquitectos de Neuquén (CAN) aseguraron que la industria química creció de modo tal que ya son numerosas las opciones para dotar a una vivienda de aislación térmica. Poliuretano, poliestireno expandido, lana de vidrio o membranas son algunas de las opciones para evitar que el frío o el calor de afuera se cuelen dentro de las viviendas.
Si bien la instalación requiere de un alto costo inicial, la aislación ofrece otras ventajas, como un trato más amigable con el medioambiente y la reducción en la aparición de hongos y humedad que pueden provocar enfermedades.
En tiempos en los que los costos de las facturas acucian a todo tipo de ahorros, este tipo de inversiones se muestra como una gran herramienta para prender lo menos posible el calefactor y el aire acondicionado.
Será cuestión de averiguar precios, hacer presupuestos e invertir para lograr el ahorro tiempo después.
Los precios de los materiales
Uno de los aislantes más económicos para los techos y los muros es la lana de vidrio, que se comercializa en distintos tipos según el material que acompañen.
Desde el corralón Yacopino señalaron que este producto se comercializa en rollos de 21 metros cuadrados que cuestan 1600 pesos y que suelen sufrir variaciones mensuales en sus valores.
Por su parte, la instalación del poliuretano de una pulgada de espesor, que implican 2,5 centímetros, tiene un costo de 187 pesos por metro cuadrado y, según destacaron, es un método muy eficaz porque una pulgada de este producto equivale a 10 centímetros de poliestireno.
De acuerdo con la superficie a cubrir y a las disponibilidades económicas de los clientes, hay distintos precios para lograr la aislación que se busca en viviendas o galpones.
Los arquitectos de Neuquén piden que sea obligatorio
Los profesionales del Colegio de Arquitectos de Neuquén (CAN) insistieron en la importancia de invertir en materiales de aislación térmica para incrementar los niveles de habitabilidad de las viviendas con un menor consumo energético.
“Debería ser obligatorio instalarlo y el coeficiente de aislación térmica debería ser presentado junto con el resto de los requisitos para aprobar los planes en la Municipalidad”, señaló el titular del colegio, Diego López de Murillas.
“Una casa sin aislación debería pensarse como una casa sin ventanas; nadie ahorra en la estructura pero sí buscan ahorrar en la aislación”, explicó y aclaró que ese ahorro termina por generar pérdidas a largo plazo.
El profesional explicó que en muchos casos se aplican en la región estilos arquitectónicos de otras regiones con climas distintos, que exigen el uso exagerado de aparatos de climatización, por lo que es necesario insistir en la toma de conciencia sobre el tipo de climatización.
“Saber aislar los muros, los techos y los pisos es necesario para favorecer el bien común”, dijo Murillas, y recordó los niveles de confort que había antes de que se difundiera el uso del aire acondicionado.